Hoy 3 de octubre se conmemora la reunificación alemana. Fecha más que especial para festejar para un país que debe ser ejemplo en un sinfín de materias.
Un país con una democracia viva, con cero volumen de déficit presupuestario federal. El mayor presupuesto es para el trabajo y los asuntos sociales. Plenamente integrada en la cooperación multilateral y promotora a nivel mundial la paz, la seguridad, la democracia y los derechos humanos, abogando por un orden internacional justo, pacífico y estable. Importantes prioridades son la prevención de crisis y el desarme. Se trata de uno de los Estados fundadores de la actual Unión Europea que apela a la cohesión europea. Hablamos de la cuarta economía del mundo, altamente innovadora y fuertemente orientada a la exportación. El futuro está enfocado a su vez en la industria 4.0. Fuertemente interconectada con la economía mundial. Uno de cada dos euros se gana en la exportación. Una nación pionera en la protección internacional del clima y la expansión de las energías renovables, que ya comenzó a abandonar la energía atómica, más aun luego de los incidentes de Fukushima. Es indiscutible su sólida posición como país del conocimiento, abierto al mundo, caracterizado por una pluralidad de estilos de vida. Posee una cultura viva de la memoria, en pleno centro de Berlín el monumento en memoria de los judíos asesinados de Europa recuerda a los seis millones de víctimas de la Shoá.
En definitiva, hoy vemos como Alemania ha logrado convertirse en potencia europea y mundial.
Ahora bien, si nos detenemos un momento a pensar que en 1989, su capital estaba dividida por un muro, parece increíble. Guerra fría de por medio, el 12 de agosto de 1961 las autoridades de la República Democrática Alemana (la marxista – comunista) decidió levantar un muro. La zona occidental (capitalista) comenzó a prosperar mientras que el lado soviético sufría problemas económicos. Esto causo que millones de berlineses que vivían bajo el régimen comunista migraran al Berlín occidental. El régimen comunista no tuvo mejor idea que levantar un muro; y si alguno en búsqueda de libertad trataba de escapar del lado soviético, era en última instancia asesinado.
En definitiva, el muro cayó solo. La realidad derrumbó estrepitosamente la muralla haciéndola polvo, sin que se disparara un solo tiro. El sistema comunista a los ojos del mundo entero se derrumbó demostrándole así al universo que el sistema marxista – comunista no funciona.
Hoy 3 de octubre se conmemora la reunificación alemana que se diera casi un año después de la caída del muro. A esa nación nuestras felicitaciones en los festejos. Son ejemplo de resiliencia y trabajo serio. Envidia, hasta salieron campeones del mundo de futbol en 1990.
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