El libro Ideario de Artigas de Juan Silva Vila publicado en 1942 tiene un lugar de preferencia en mi biblioteca y es material de lectura ineludible por la actualidad de muchas de sus expresiones.
Se transcriben algunos de esos conceptos de nuestro JosƩ G. Artigas que considero muy oportunas:
- āSean los orientales tan ilustrados como valientes.ā
- āYo jamĆ”s dejarĆa de poner el sello de mi aprobaciĆ³n a cualquier obra que en su objeto llevase esculpido el tĆtulo de pĆŗblica felicidadā¦ā
- āLa causa de los pueblos no admite la menor demora.ā
- āYo esperaba todo de un Gobierno popular que harĆa su mayor gloria en contribuir a la felicidad de sus hermanos.ā
- āLos ciudadanos aspiran generalmente a concentrar la fuerza y la razĆ³n de un gobierno que pueda conservar sus derechos ilesos y conciliar su seguridad con sus progresos.ā
- āMi autoridad emana de vosotros, y ella cesa por vuestra presencia soberana.ā
- āEl objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad de los ciudadanos y de los Pueblos.ā
- āDebo ofrecer y poner en prĆ”ctica todas aquellas garantĆas necesarias para que renazca y se asegure la confianza pĆŗblicaā¦ā
- āLos pueblos deben asegurar su futuro destino, sobre la base sĆ³lida de la inviolabilidad de sus derechos.ā
- āCuando se trata de salvar los intereses pĆŗblicos, se sacrifican los particulares.ā
- āLa pureza de mi conducta debe ser norma de los demĆ”s subalternos. De lo contrario, ellos serĆ”n responsables de sus defectos y yo no podrĆ© mirar con indiferencia su castigo. Al tenor de las cabezas, se mueven los miembros del cuerpo polĆtico y segĆŗn sus virtudes son la trascendencia a la sociedad.ā
- āLa patria exige de nosotros el mayor sacrificio y si todo lo que hasta hoy se ha trabajado fuese por recompensa de los sueldos, acaso todos habĆamos sido sepultados con la patria, en el olvido.ā
- āTodo tirano tiembla y enmudece al marchar majestuoso de los hombres libres.ā
- āAmar la libertad es de seres racionales. Perderla, es de cobardes. Los orientales no han olvidado sus sagrados deberes.ā
- āPara mĆ, nada es tan obvio como dejar a los pueblos en su libre elecciĆ³n y si ellos creen asegurada su suerte sĆ³lo con promesas, celebrarĆ© que el tiempo ponga tĆ©rmino al desengaƱo sobre tanta perfidia.ā
- āLa causa de la humanidad es la nuestra.ā
- āPara que triunfe la justicia, se ha de castigar el vicio y premiar la virtud.ā
- āYo no tengo enemigos, sino los que se oponen a la felicidad pĆŗblica.ā
- āNo es tiempo de fomentar rivalidades que apaguen el amor a la Patria y el amor a la causa pĆŗblica. Tan malo es condenar al inocente como absolver al culpable. Yo deseo que triunfe la justicia, que los delitos no queden impunes. La resoluciĆ³n es cualidad de las almas grandes y la justicia quien las dirige al mejor fin. Seamos inflexibles con este deber y seremos felices.ā
- āEl pronto castigo es el mejor freno para contener a los delincuentes.ā
- āDe todos sed amigos, si nadie os provoca y sed de todos enemigos, si os quieren oprimir.ā
- āEs preciso que los hombres vean que se castigan los delitos para que entren en la sociedad por la carrera del honor.ā
- āNada tenemos que esperar sino de nosotros mismos.ā
- āNo seamos mĆ”s amantes de mĆ”s gloria que de la felicidad de nuestra patria.ā
- āMi patria me empeƱa a no ser gravoso, y sĆ, agradecido.ā
- āĀ”Oh, quĆ© dulce es el nombre de la patria y quĆ© Ć”spero el camino de la virtud!ā
- āĀ”A cuĆ”nto arrastra la iniquidad de los hombres!ā
La elocuencia y vigencia de estos conceptos exime de todo comentario.
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